Día del alma

Un grupo de música que no te deja indiferente, con su guitarra alargada que parece que dispara música, la otra que parece de algún cuadro de Picasso o una armónica que a veces se confunde con una voz que dice "vamos todos juntos...". Un niño que sigue el ritmo como un militar pero en un segundo decide hacer caso a su alma y comienza a bailar al ritmo de la música, con notas en la sangre, a la vez que camina; otro que va descalzo en contacto con la tierra.
Una conversación galeánica delante de un café.
Un paseo entre mentes indignadas, deseosas de que su voz se oiga, retumbe, que sus gritos hagan eco en las conciencias, una multitud libre.
Una cena y un "me gusta más cómo lo contabas tú", jazz de fondo (un piano que acompaña a trompetas y saxos en melodías alegres o nostálgicas, da igual, es música para noches como esta).
En fin...un día del alma.