miércoles, 1 de febrero de 2012

Buenos días

El mundo me da
los buenos días
como hacía tiempo
que no los tenía.
La farola de la calle
brilla más que de noche,
la casa del fondo
no es las torres bermejas
pero está iluminada ocre y rojo.
El cielo, bien azul,
se cuela por las cortinas
y proyecta en la ventana
la película de cien vidas:
en apenas 5 segundos
por la esquina de arriba
han cruzado volando
cien gaviotas en fila
(blanco, negro, blanco, negro,
sobre el lienzo azul del día),
batiendo las alas,
batiendo la vida.

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