que en las calles suele hacer mucho frío,
viste tu cuerpo de azul
que yo visto el mío de verde
y dame tu mano,
mírame cuando te bese
y bésame cuando te mire,
no borres tu rastro de pisadas,
quiero seguirte.
Y es verdad que nadie
tiene un corazón como el de Otto:
es verde puro
y no rojo.
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