miércoles, 28 de marzo de 2012

Confesiones en gíglico II (Doña Nadie)

Para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero
Julio Cortázar


Lo único que sé de navegación
es algo de la historia de Roma
y rescatar fideos con cuchara.
Mis conocimientos de botánica
se reducen al té con jazmín,
y los de medicina a temblores de piernas
cuando creo que me enamoro.
De pintura sólo sé
colorear mis labios de rojo,
y le advertí de mi amor (o locura)
por el aire de Van Gogh y Chagall,
por el azul de Picasso,
mi debilidad (o locura)
por Cortázar y el uruguayo.
No sé apostar al póker
(siempre pierdo si llevo corazones).
¿Música? Guitarra y saxofones.
Mis buenos modales se basan
en tomar café sin azúcar
(y sin aliento),
en llevar el alma desnuda
y olvidar el pedal de freno.
Pero lo tranquilicé con mis ojos:
es más fácil olvidarlos
que enamorarse de ellos
con esta luna sin reloj.

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