Me he empezado a morder las uñas
en el café de la mañana
porque te cuelas en mis noches
y en ellas te araño la espalda.
Unto mis labios con carmín
para conservar mejor tus besos
-lo hago a veces con buen vino
y paso horas relamiéndolos,
pues ya sabes que te miro
con la memoria de un ciego.
Ahora echo sal al té de canela
para beberte cuando sales del mar,
y me visto con la mejor utopía
cuando paseo a solas con la soledad.
Así que me apretarás el corazón
que canta jazz rayado en un vinilo,
y me desharás después los recuerdos
para hacerme después el amor.
Por favor, te lo pido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario