viernes, 22 de octubre de 2010

Olas


Os eché de menos, os sigo echando en ocasiones. Os fuisteis hace algo más de un año y casi no supe de vosotras. Os necesité mil veces a mi lado, para recordar el viaje a París tomando té en ese cafetín al que íbamos juntas, hablar de tantas cosas sin ninguna vergüenza, con alegría, alegrándonos por las demás y llorando si estaban mal. Incluso aprovechamos que se rompió una uña para poder hablar de todo, de darnos ánimo cuando más lo necesitábamos.
Jamás os descuidé adrede, si lo hice fue sin darme cuenta, porque estaba inmersa en los estudios y me salió caro: me costó perderos. Nunca os habría alejado de mi vida conscientemente.
Ahora vuelvo a saber de vosotras, volvemos a quedar, a reír juntas, a hablar de nuestra vida. Un día no tuve el valor a deciros a la cara lo mucho que os eché de menos, pero lo hago ahora, porque es así. El viaje a Italia con vosotras es lo que más deseo, como aquel viaje a París, cuatro Olas juntas. Porque así es como nos veo, como las Olas de Moccia, se separan, pero vuelven a ser olas después de ser espuma.
Os quiero, chicas. No me atreví a pediros que no os fuerais de mi lado, pero lo hago ahora, y os digo que os echo mucho de menos, confiaros mis sentimientos sin tapujos... y lo más importante: os quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario