La luz era fría y el aire azul. Apenas tenían que mover los ojos para observar durante toda la noche cómo la luna, soberbia y redonda, se movía a sus anchas por el cielo, de cama en cama (todas grises, desgastadas por el tiempo), de estrella a estrella y me las tiro porque me tocan.
:)
ResponderEliminarCerrar de manera tan contundente. Sencillo es: La fila avanzó y ahora tu turno llega.
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